No busques, permite que te encuentren
La vida
es demasiado corta como para correr detrás de alguien que ni siquiera camina
por ti. No es necesario ir detrás cuando ya saben dónde estás,
cuando conocen tu hogar y saben de tus misterios. Por eso, no busques, permite
que te encuentren.
Lo cierto es que hay
personas a las que no les importamos pero que, sin embargo, a nosotros sí que
nos importan. En estos casos puede resultarnos difícil comprender la situación,
pues el interés por los demás no habla el lenguaje del egoísmo. Pero no busques
algo que no te ofrecen, tampoco lo mendigues.
Recuerda que tu número de teléfono está compuesto de
los mismos dígitos y que, en realidad, no existe la falta de tiempo, sino la
falta de interés. Piensa en que cuando alguien quiere o necesita de algo o de
alguien es capaz de remover cielo y tierra para compartir aunque sea unos
segundos.
El cariño no se
suplica
No busques. Arrastrarnos y suplicar migajas de un cariño que no
nos quieren dar no es saludable ni a corto ni a largo plazo. Sin
embargo, puede que ciertas muestras nos lleguen a enternecer y que nos sirvan
para buscar motivos para seguir anclados en el deseo de que esa persona permanezca
en nuestra vida.
Si nos paramos a pensar, lo
único que hacemos con esa actitud es prolongar de manera innecesaria el
sufrimiento emocional. Someternos a la voluntad de los otros hace que nos
convirtamos en marionetas de sus necesidades y de sus antojos.
En este sentido, como es obvio, hay cosas que pasan
porque tienen que pasar, pero hay otras que pasan cuando hacemos que pasen. No
podemos sentirnos libres ni ser felices si vivimos aferrados y atados a unas
esperanzas que manejan los demás.
No busques, deja que
el viento se lleve lo innecesario de tu vida
Resulta
complicado soltar o dejar marchar aquello que consideramos muy nuestro, ya sean
sentimientos o personas. Es decir, que a ciertas piedras que
cargamos sobre nuestra espalda nos une un sentimiento de identidad y
pertenencia que se fusiona con nuestro miedo a perder algo que creemos tan
intenso e importante.
Sin embargo, a pesar de que
todo ese caos emocional nos ate a ciertas personas, también acabamos
cansándonos de que no nos valoren. Es probable que cuando nos percatamos de
esto nos sintamos algo egoístas, lo cual es terrible para nuestra salud
emocional.
Sentir que si no aguantamos un poco más una situación
o a ciertas personas estamos fracasando es algo asombrosamente común. El
fundamento de este sentimiento es el miedo que nos da enfrentarnos con el vacío
que la pérdida genera.
Dicho de otra manera,
sentimos que si dejamos de sacrificarnos perdemos la oportunidad de construir
parte de la historia emocional de nuestra vida. Sin embargo, lo que realmente
estamos haciendo es comportarnos de la manera más cruel posible con nosotros
mismos, con nuestras expectativas y con nuestros deseos.
El camino de ida hacia la
libertad emocional está construido a partir de las piedras que vamos soltando;
es decir, de sentimientos y personas tóxicas de las que nos vamos deshaciendo.
Soltar
es la única manera de dejar hueco a nuestras fortalezas, de asumir nuestros
errores y de conseguir manifestar nuestras intenciones y nuestro compromiso. De
esta forma evitamos que lo negativo le reste espacio a lo positivo,
consiguiendo incrementar nuestro entusiasmo por la vida y nuestro bienestar.
No es más fuerte
quien más soporta, sino quien es más capaz de “soltar”
Si no te trae alegría a tu vida… SUELTA
Si no te ilumina ni te construye… SUELTA
Si permanece, pero no crece… SUELTA
Si te procura seguridad y así te evita el esfuerzo de
desarrollarte… SUELTA
Si no brinda reconocimiento a tus talentos… SUELTA
Si no acaricia tu ser… SUELTA
Si no impulsa tu despegue… SUELTA
Si dice, pero no hace… SUELTA
Si no hay un lugar en su vida para ti… SUELTA
Si intenta cambiarte… SUELTA
Si se impone el `yo´… SUELTA
Si son más los desencuentros que los encuentros…
SUELTA
Si simplemente no suma a tu vida… SUELTA
SUÉLTATE…la caída será mucho menos dolorosa que el
dolor de mantenerte
aferrado a lo que pudo ser pero no es.
No busques ni vayas detrás
de lo que no quieren darte, suéltalo… Pero
mantente abierto a la posibilidad de que te encuentren aquellos que si quieren
forman parte de tu vida de una manera sana. No busques, permite que
te encuentren…
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