La insatisfacción crónica es tóxica para el alma
¿Alguna vez has sentido que hagas lo que hagas nunca es
suficiente? ¿Piensas que podrías haberlo hecho mejor? ¿Te exiges mucho a ti
mismo? ¿Te comparas constantemente? La insatisfacción crónica es tóxica y nos
conduce al perfeccionismo y a la exigencia. Saber cómo transformarla en un
sentimiento positivo te ayudará equilibrar tu vida con más facilidad.
El sociólogo Zygmunt Bauman, habla de que vivimos en una
sociedad líquida y del consumo, que busca satisfacer las necesidades materiales
de forma inmediata. Esto genera que los productos que gastamos se terminen
rápidamente, dando pie a que nuestras necesidades nunca sean satisfechas, y
queramos consumir más, para sentirnos completos.
Por tanto, una parte de responsabilidad, de la gran
insatisfacción general que experimentamos, es a nivel social. Nos pasamos el
día deseando cosas nuevas y en cuanto las tenemos, ya queremos algo nuevo. Como
sociedad del consumo que somos, toda novedad prácticamente suscita un deseo.
“La mitad de la
vida es deseo, y la otra mitad insatisfacción”
-Carlo Dossi-
¿Cómo saber si estás insatisfecho?
La insatisfacción crónica no solo se trata de un fenómeno
social, sino también de un problema personal e individual. Puede ser que
sientas que normalmente nada te llena, te encuentras abrumado por lo que tienes
pendiente, y una vez lo haces, no encuentras recompensa alguna. Además, se
distingue por la necesidad de aprobación constante por parte de los demás y la
sensación de que nunca llegas a tiempo, siempre hay algo pendiente que se puede
hacer mejor.
Si esto te ocurre, es probable que también sientas que
todo te amarga, y que te marques objetivos imposibles de alcanzar. La
comparación y la envidia son también dos características que frecuentemente se
asocian a la insatisfacción. Cuanto más te comparas, más insatisfecho estás. La
paradoja de la envidia es que te aleja de tu bienestar psicológico en vez de
ayudarte a alcanzar tus deseos.
Si sientes que nada te satisface, puede que tengas algún
asunto pendiente relacionado con tu autoestima. La inseguridad es otro punto
que está presente en la sensación de insatisfacción crónica. Al dudar, puedes a
sentir un gran miedo al fracaso, y por tanto, esto te va a frenar para tomar
decisiones y avanzar en tus objetivos.
La buena noticia es que la insatisfacción tiene dos
caras. Una, como acabamos de describir, puede amargarte y otra que te puede
ayudar a progresar. La insatisfacción ocasional puede ser positiva, te lleva a
mejorar, y a superarte en tu día a día. En pequeñas dosis, te da energía y motivación
para no dejarte vencer por los obstáculos. Además, te empuja a no conformarte
con lo establecido y buscar solución a tus problemas.
La cara amarga de la insatisfacción viene cuando permites
que se instale en tu rutina y te dejas vencer por la exigencia, la
comparación,el afán de perfeccionismo y la ambición. Para dejar que la
insatisfacción sea solamente ocasional, es necesario que no caigas en la trampa
de la comparación. Tú eres único e irrepetible y tienes el mismo derecho que
los demás de tener tus propios gustos y tus propios pensamientos y emociones.
¿Por qué la insatisfacción que se prolonga en el tiempo
acaba siendo tóxica?
La insatisfacción te puede dar señales de que algo has de
cambiar en ti o en tu entorno, y eso puede llegar a ser positivo si lo sabes
aprovechar. Se vuelve dañina cuando prolongas la queja y el descontento, tiñes
tu vida de ambición y te centras en el pasado o en el futuro en vez de en el
momento presente. Las ganas de controlarlo todo hacen que no te puedas relajar
y olvides lo realmente importante: disfrutar de las pequeñas cosas.
“La ambición
está más descontenta de lo que no tiene, que satisfecha de lo que tiene”
-Fénelon-
Si eres de las personas que tienden a querer que todo sea
perfecto, es probable que tu insatisfacción pueda llegar a ser nociva para ti.
Por más que planifiques, la vida tiene sus propios planes y nadie puede
controlar los acontecimientos ni cómo van a actuar las personas a su alrededor.
¿Cómo liberarte de la insatisfacción tóxica?
Algunas ideas para poder deshacerte de esta
insatisfacción tóxica:
- No te compares eres una persona singular y única: la comparación sólo te lleva a idealizar a los demás, en vez de contactar con la parte real de ti mismo. Aceptate tal y como eres, y agradece por lo que tienes, así podrás sentirte con más fuerza para hacer tu propio camino.
- Deja que tus necesidades sean reales y no impuestas: piensa si lo que quieres es porque lo necesitas, porque lo deseas o tal vez, porque piensas que “deberías” hacerlo.
- No trates de demostrar nada a los demás: al único que tienes que demostrar algo es a ti mismo. Demuestrate que te valoras y te quieres tal y como eres.
- Permítete el error: eres imperfecto, igual que el resto de la humanidad, por tanto, usa tus errores para aprender y sácales partido.
- Deja que tus emociones te guíen: busca un equilibrio entre emoción y pensamiento, sin tapar tus emociones. Solamente si das espacio a todas tus emociones podrás gestionar mejor tu insatisfacción o descontento.
- Disfruta de tu presente: tu vida está en el presente, en el aquí y ahora, vívela con consciencia y con plenitud.
La confianza en ti y en lo que está por venir nutren tu
alma y tu cuerpo. Si aportas flexibilidad a tu vida podrás dejar ir con mayor
facilidad el control y la necesidad de perfección que arrastra la insatisfacción
crónica. Así, aprenderás a quererte con tus defectos y virtudes para poder
soltar tu exigencia y estar más feliz contigo y con los demás.
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