La envidia de un amigo, es peor que el odio de un enemigo
La envidia se manifiesta
como un sentimiento de resentimiento, disgusto o celos por lo que otra persona
ha conseguido y quien es propio del sentimiento se siente con alguna limitación
para obtener.
La envidia que parte de un
amigo, es una de las más tóxicas, porque pocas veces será identificable, nadie
se siente orgulloso de sentir envidia y mientras pueda evitar ser descubierto,
mejor. Pero en el caso de los amigos, ellos por lo general tienen un grado de
influencia en nosotros, son libres de opinar o de “ayudarnos” a resolver
algunas cosas, y consciente o inconscientemente, podrían estar saboteando
nuestras acciones por sus deseos ocultos.
Son pocas las personas que
sienten real satisfacción con los logros de los demás e inclusive muchos pueden
alegrarse ante nuestros problemas, incluyendo a nuestros amigos y enemigos.
Cada quien quiere resaltar o en su defecto, le molesta que sea otro el que obtenga
el éxito… Mientras todos estén medianamente nivelados, las cosas fluirán mejor
para la mayoría, de acuerdo a las percepciones egoístas.
Cuando alguien comienza a
destacarse en cualquiera de sus ámbitos, los que lo miran a su alrededor, a
menos que ubiquen un beneficio asociado a ese despegue, por lo general van a
estar deseando que quienes le rodeen estén bien, pero no mejor que ellos. Son
pocos los que honestamente a corazón abierto pueden mostrar alegría por el bien
que consiguen los otros.
A la sombra del mérito se ve crecer la envidia.―
Leandro Fernández de Moratín
Podemos ver a una mujer
recién divorciada, que se siente mal por la decisión tomada, diciéndole a su
mejor amiga lo bien que está y toda la lista de cosas que le recomienda no
soportar de su marido… esto por poner un ejemplo súper básico, pero que ocurre
con mucha frecuencia. Por eso al escuchar a nuestros amigos, debemos colocar
muchos filtros, porque sus recomendaciones pueden estar alineadas solamente a
lo que a ellos les hace sentir mejor o les conviene de alguna manera.
La envidia es muy frecuente
y se manifiesta de mil maneras, su energía siempre es negativa y muchas veces
el que la siente ni siquiera se siente en capacidad de reconocerla. La mayoría
de alguna manera vive comparando sus vidas con las de otros y sintiéndose
superiores a algunos e inferiores a otros. Si invirtieran esas energías en
crecer, en enamorarse de su vida, no tendrían que estar tan pendientes de los
acontecimientos de la vida ajena y probablemente su calidad de vida mejoraría
considerablemente.
Comentarios
Publicar un comentario